¿Cuál es el objetivo de la terapia familiar?

Lorena Castañeda

La terapia de familia se centra en dar solución a los problemas que surgen en el contexto de las relaciones familiares. Se puede incluir también a otras personas significativas a las que sea conveniente hacer partícipes del proceso de cambio. Es un reconocido abordaje psicoterapéutico en el que el sistema familiar es tratado como una unidad social. Los roles que cumplen cada uno de los miembros de la unidad familiar son básicos para su abordaje. Es importante en muchos casos fomentar la adquisición de nuevos roles y/o flexibilizarlos. Si estos son flexibles ello conlleva una mejor adaptación a las diversas situaciones que se puedan dar en el futuro. Muchas veces el reto es el de conseguir adaptarse.

La terapia familiar está dirigida a la intervención y el tratamiento de la familia en su conjunto pero también de los subsistemas familiares. De manera habitual es necesaria la intervención en subsistemas como el constituido por la pareja y los hermanos de manera separada. La manera de proceder y los subsistemas que se crean dependen de cada familia. Porque cada una tiene sus propias necesidades y, a veces, hay otros que son algo menos habituales pero que en esa familia concreta son esenciales y por ello es necesario tenerlos muy en cuenta. En muchas ocasiones es necesario trabajar también de manera individual con uno o más miembros de dicha unidad familiar.

Cuando llevo a cabo una terapia familiar intento facilitar cambios de conducta a través de la educación en valores y mejora de habilidades relacionales (comunicativas, expresión y recepción de quejas, alcanzar acuerdos y solución de problemas entre otras)

Objetivos de la terapia familiar

Los principales objetivos son:

  • la mejora del funcionamiento de la familia en diversos ámbitos
  • fomentar la comprensión mutua y el apoyo emocional entre sus componentes
  • la mejora o bien adquisición de estrategias de afrontamiento y habilidades en cuanto a la solución de problemas
  • el fomento de la flexibilidad y la capacidad de adaptación a los cambios (favorece un buen ajuste no solo a corto plazo sino también a medio y largo plazo)