Encopresis infantil y estreñimiento

Lorena Castañeda, la encopresis infantil y el estreñimiento

La encopresis es un problema complejo en el cual pueden estar implicados muchos factores, según el caso se necesita tratamiento psicológico y pediátrico. Con la ayuda adecuada lo puede superar.

¿Cómo saber si a tu hijo/a se le puede diagnosticar encopresis infantil?

La encopresis infantil se da cuando un niño se hace caca repetidamente en lugares inapropiados como por ejemplo en su ropa o en el suelo y puede ser que lo haga voluntaria o involuntariamente. Esto ha de ocurrir al menos durante 3 meses y una vez al mes como mínimo. El niño/a ha de tener por lo menos 4 años (o un grado de desarrollo equivalente). Y el que esto ocurra no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (laxantes) u otra afección médica excepto por un mecanismo relacionado con el estreñimiento.

Encopresis infantil tratamiento psicologico

Tratamiento de la encopresis infantil

Hay que tener en cuenta que si el niño padece también estreñimiento (encopresis retentiva), hay que resolver dicho estreñimiento en primer lugar. Para posteriormente comenzar el tratamiento para el control de esfínteres. En muchas ocasiones se pueden detectar en la familia situaciones de estrés mantenidas en el tiempo, cambios bruscos en el estilo de vida y dificultades de índole psicosocial. En el niño con encopresis infantil se pueden observar conductas como la de evitar sistemáticamente el defecar en el baño. Esto suele culminar en encopresis por rebosamiento, se puede advertir si muestra necesidad de atención y en ocasiones puede existir un retraso madurativo.

Estos son solo algunos ejemplos de las circunstancias que se pueden dar en la familia y el niño que pueden ser factores clave para la aparición y mantenimiento del problema. El tratamiento psicológico incide sobre dichos aspectos para intentar mejorarlos o incluso hacerlos desaparecer. Todo ello para permitir un mejor ajuste del niño en su vida en general y el control de esfínteres en particular. La resolución de la encopresis en niños favorece una mejor adaptación social, que se encuentre mejor consigo mismo, pueda retomar o comenzar a quedarse fuera de casa y todo ello repercute en un aumento de su autoestima y su satisfacción vital.

¿Qué es el estreñimiento?

Sobre el estreñimiento en niños.

El estreñimiento es un problema frecuente entre los niños pues lo padecen entre el 0,3% y el 8% de la población infantil. Consiste en la disminución en la frecuencia con la que el niño hace caca,sin importar su consistencia o volumen. Se habla de estreñimiento funcional unido o no a encopresis funcional cuando no existe un problema orgánico que pueda explicar dicho estreñimiento (esto ocurre en la mayoría de los casos). Si el niño hace menos de tres deposiciones a la semana, sufre al menos un episodio de incontinencia fecal semanal, tiene posturas o actitudes retentivas para poder evitar la defecación, cuando hace caca le resulta doloroso, le han detectado heces de gran diámetro en el recto o palpables al tocarle el abdomen y sus deposiciones son excesivamente voluminosas llegando a obstruir el WC entonces se trata de un problema claro de estreñimiento.

La retención de heces.

El control de la retención o expulsión de las heces depende de muchos factores pero hay dos que son clave. En primer lugar la relajación del esfínter interno (reflejo anal inhibitorio que permite al niño hacer caca) Y en segundo lugar la contracción voluntaria del esfínter externo (reflejo anal excitador que permite mantener la continencia a pesar del deseo de hacer caca). Si el niño carece del innato reflejo anal inhibitorio, ello va asociado a la enfermedad de Hirschsprung. La contracción voluntaria del esfínter externo se va aprendiendo con el tiempo y es en esta en la que hay que dar pautas para conseguir mejoras.

Etiología del estreñimiento.

En el 95% de los casos no hay un único mecanismo causante del estreñimiento funcional. Contribuyen varios factores: fisiológicos, hereditarios, psicológicos, educacionales, el experimentar dolor durante la defecación y dietéticos. Los niños que padecen estreñimiento beben pocos líquidos, tiene un régimen desequilibrado, rico en proteínas e hidratos de carbono pero con escasa cantidad de fibra. A veces los padre pueden sentirse alarmados si observan fisuras o algo de sangrado cuando el niño defeca. Cuando hay sangrado ello requiere un cuidado importante de la higiene.

Entrevisa a los padres y tratamiento del estreñimiento relacionado con encopresis.

Durante la entrevista con los padres se puede comenzar a diferenciar el estreñimiento ocasional en el preescolar (fisura, cambio de estilo de vida, problemas familiares, hospitalización, etc.) del estreñimiento crónico. Se tienen en cuenta los antecedentes en la familia (enfermedad de Hirschsprung) al igual que los antecedentes quirúrgicos del niño y cualquier otra información que haya podido ser determinante para el comienzo o mantenimiento de la encopresis. Conocer los hábitos de la familia y el modo de alimentación y los posibles fármacos que haya tenido que tomar. Se recogen los síntomas, el momento aproximado de aparición del estreñimiento y las circunstancias que han podido ser desencadenantes. Si el estreñimiento ha empezado a muy temprana edad hace pensar en una causa orgánica.

Fases del tratamiento del estreñimiento.

En los casos de estreñimiento crónico el tratamiento consta de varias fases: educación, desimpactación (favorecer la eliminación de las heces acumuladas), prevención para que no se le vuelvan a acumular las heces y reconducir hacia unos hábitos intestinales normales. En la fase de educación se dan nociones básicas de fisiología al niño y a los padres. Así se van detallando los mecanismos implicados en la capacidad para defecar (con ayuda de esquemas) para poder desmitificar y desdramatizar la situación. Al mismo tiempo se insiste en la importancia de mantener el tratamiento a largo plazo.

Las pautas van a ser acordadas y adaptadas en lo posible a las rutinas del niño. El niño ha de sentirse parte importante del proceso porque ello mejora la percepción de ser parte fundamental para resolver su estreñimiento pues va a requerir paciencia y esfuerzo por todas las partes. Es más conveniente recompensar el esfuerzo que hace el menor más que el éxito porque el esfuerzo depende del niño pero el éxito del tratamiento en conjunto. No se comienza a enseñar al niño el control de los esfínteres hasta que ya sea capaz de percibir cuando su recto está lleno y que además el dolor durante la defecación haya desaparecido. Tampoco se intenta hasta que ha cumplido los 2 años y medio de edad.