TDAH trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Lorena Castañeda, TDAH trastorno por déficit de atención e hiperactividad

TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) ¿Sospechas que tu hijo/a tiene TDAH? ¿Te preocupa y no sabes qué hacer? ¿Sientes que en cualquier momento se te puede ir de las manos? Acude a terapia infantil, yo te puedo ayudar.

TDAH subtipos

El TDAH (trastorno por déficit de atencion e hiperactividad) no se presenta de una única forma, existen tres subtipos:

  • Predominantemente inatento
  • Combinado
  • Predominantemente hiperactivo e impulsivo

Son más comunes el subtipo inatento y el combinado porque el subtipo hiperactivo – impulsivo no se suele dar tan frecuentemente sin falta de atención.
Si se da una alta impulsividad ésta suele ser lo más incapacitante. Dificulta mucho las relaciones interpersonales y la adaptación.

Características cerebrales de los niños con TDAH

En el córtex prefrontal su corteza cerebral tiene un grosor menor que la de los niños sin trastorno por déficit de atención e hiperactividad. El córtex prefrontal se encarga del control de la atención, por tanto, al tener un menor grosor, ello afecta a las capacidades de atención de los menores que cumplen los criterios del trastorno tdah.

El lóbulo prefrontal funciona con dopamina y hay algunos genes que se asocian al TDAH y que afectan a la segregación de dopamina disminuyéndola.

Síntomas en menores con TDAH

  1. Síntomas de déficit de atención
    • La atención mantenida falla. Solo son capaces de atender a algo durante un corto espacio de tiempo.
    • Se distrae fácilmente.
    • Se olvida de cosas con frecuencia.
    • No es capaz de escuchar o de llevar a cabo instrucciones (sobre todo si esas instrucciones conllevan realizar una serie de varios pasos)
    • Es desorganizado.
  2. Síntomas de hiperactividad
    • No es capaz de quedarse quieto
    • Movimiento físico excesivo
    • Habla en exceso
  3. Síntomas de impulsividad
    • No es capaz de esperar su turno
    • Actúa sin pensar
    • Interrumpe conversaciones

Diferencias entre niños y niñas con TDAH

Las niñas suelen tener mayores niveles de ansiedad y depresión que los niños.
En niñas suele pasar más desapercibido para los padres y profesores porque no molestan.

Edad a la que comienzan a detectarse las dificultades

Los síntomas comienzan a detectarse a partir de los 6 años porque por debajo de esta edad no se les exige demasiado en la escuela. Con menos de 6 años lo suelen detectar más los padres (no resulta fácil) y con más de 6 ya en el colegio. Cuando se detecta con menos de 6 años suele ser porque es algo más grave y crea muchos problemas es conveniente que se le realice un estudio neurológico para descartar un posible desequilibrio químico en el cerebro.

Lo más habitual es que se detecte en el colegio sobre los 6 o 7 años debido a que no son capaces de estar sentados en clase, lo cual es característico de los niños hiperactivos. Cuando se detecta el problema sobre los 8 años ya suelen tener bastantes problemas en el colegio y notas con suspensos. Los profesores suelen ser buenos dándose cuenta de cuando algo no va bien en un alumno, sin embargo, no suelen ser buenos a la hora de determinar qué es lo que ocurre. Tratar con muchísimos niños les permite ver las señales de que algo pasa. Los casos que detectan únicamente los profesores suelen ser menos graves que cuando están alarmados también los padres.

Existe la posibilidad de que el diagnóstico pueda ser bastante tardío, sobre los 12 años, en el caso de los superdotados porque un rendimiento alto suple y tapa la falta de atención.

Ahora ya se puede diagnosticar el TDAH en adultos y para ello hay que preguntar principalmente acerca de los comportamientos en la infancia pues los déficit de atención y la hiperactividad en adultos pueden pasar más desapercibidos.

Comorbilidad del TDAH y otros trastornos

Hay trastornos que con frecuencia están presentes en el niño diagnosticado con TDAH. Es conveniente valorar si están presentes o no una vez que el diagnóstico de TDAH está claro (para ello es conveniente ir a un profesional que conozca los criterios para el diagnóstico del tdah dsm v).

  • TDAH y Autismo. Se pueden diagnosticar ambos
  • DA (dificultades de aprendizaje) Se da con bastante frecuencia junto con el TDAH. Supone un retraso de más de 2 años en alguna asignatura sin que se vean prácticamente afectadas las demás. Si se diagnostica tarde este déficit puede estar ya afectando a otras asignaturas relacionadas con el lenguaje o las matemáticas por ejemplo.
  • TDAH y trastorno oposicionista/desafiante

Factores que aumentan la probabilidad de que un niño padezca TDAH

Si el niño ha nacido prematuro, ha padecido meningitis o daño cerebral son factores de vulnerabilidad para padecer TDAH. Es más probable que los niños con esas circunstancias presenten síntomas de TDAH que los niños que no las han sufrido.

Curiosidad. Se ha establecido una relación entre una mayor probabilidad de padecer TDAH si la abuela (por parte de la madre) fue fumadora.

Los distintos tipos de atención

La atención no es una sola, hay distintos tipos según su función y no todas han de estar alteradas. Así pues es conveniente valorar el posible déficit atencional en:

  1. Atención sostenida/mantenida. Es la capacidad del niño para atender a algo o alguien durante un periodo largo de tiempo. Es en éste tipo de atención en la cual suelen tener más dificultades los niños con TDAH.
  2. Atención espontánea. Es la capacidad para atender a los estímulos pero sin ejercer un control voluntario. Este tipo de atención no requiere de ningún tipo de esfuerzo por parte del niño. Si está por la calle y algo se cruza en su camino, será capaz de cambiar su foco de atención a ese objeto. En este tipo de atención pueden tener problemas o no los niños con TDAH.
  3. Atención conjunta. Es la capacidad para atender, junto con otra persona, a un objeto o acontecimiento e influye muchísimo en la comunicación. De ella van a depender, en buena parte, las relaciones sociales, el desarrollo cognitivo y del lenguaje. Los niños que padecen autismo suelen tener este tipo de atención alterada pero sin embargo la atención sostenida suelen tenerla preservada. En el TDAH puede verse afectada.

TDAH Tratamiento

Con menos de 6 años se suele comenzar por la intervención psicológica y el entrenamiento parental (se dan pautas dirigidas al niño y a los padres) Si de alcanzan los objetivos se le hace seguimiento periódicamente, si no se ha conseguido alcanzarlos se suele recurrir al tratamiento farmacológico.

Con 6 años o más según la gravedad se hace intervención psicológica a la vez que el tratamiento farmacológico. En los casos que van de leve a moderado se suele valorar la disfuncionalidad para decidir junto con los padres como proceder, si se les da primero atención psicológica y según el avance se plantea darle medicación o ambas a la vez. Por lo general se suele preferir utilizar la psicoeducación en primer lugar y solo si se ve necesario posteriormente la medicación.

A veces sobre los 18 años dejan de acudir a los servicios propios de la seguridad social. Lo recomendable es que el tratamiento y seguimiento duren mientras exista disfunción.

Como norma general, si el niño padece algún otro trastorno que es más grave que el TDAH, entonces ese otro trastorno se tata en primer lugar para después abordar el TDAH.

La intervención psicológica

Consiste en la explicación de lo que es y no es el TDAH, orientarles acerca de dónde conseguir información y asociaciones de apoyo.

Intervenir con el menor de edad, con la familia y profesores del colegio. Se les dan pautas a los padres y al colegio para disminuir las conductas negativas y aumentar la frecuencia de los comportamientos positivos. El niño ha de tener claras las consecuencias de unas y otras.

Estimulación neuropsicológica. Intentando aumentar la capacidad de la memoria de trabajo (Por ej. Aplicando los mismos pasos para resolver un problema a otro distinto) E intentando mejorar la velocidad de procesamiento de la información. Para el deficit de atencion se utilizan herramientas de tratamiento adaptadas a su edad.

Todo ello para lograr mejoras en el niño/a con el objetivo de que se pueda adaptar mejor al entorno escolar, al familiar y, sobre todo, que sea más feliz.

El tratamiento farmacológico

Antes se les daba cafeína para mejorar el deficit de atencion en niños. Hoy en día son otros los principios activos de elección.

  • Metilfenidato. Funciona al 70% El efecto que tiene es el de aumentar el nivel de dopamina en el lóbulo frontal. Efectos secundarios: no los pone más nerviosos (solo a 1 de cada 10.000) Les retrasa el sueño, a 1 de cada 3 les disminuye el apetito de manera leve y transitoria, a 1 de cada 5 les sienta mal al estómago.
  • Anfetaminas. Es un psicoestimulante de efectos muy rápidos que crea tolerancia y como consecuencia dependencia también.
  • Derivado de anfetamina. Es de efecto más lento que las anfetaminas y por tanto no genera esa dependencia. Funciona al 90% y tiene menos efectos secundarios que el metilfenidato aunque son los mismos que en este (se dan con menos frecuencia) Este es el tratamiento farmacológico de elección en la actualidad.
  • Omega 3. Funciona a largo plazo (tras más de 6 meses de tratamiento) Mejora entre un 3% y un 4% la atención y las capacidades cognitivas en general. Con la dieta no es posible obtenerlo como para detectar cambios significativos así que se suele utilizar en complementos como el omegakids.

¿El tdah se cura? Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Es posible alcanzar mejoras hasta el punto de que al llegar a la adolescencia o adultez ya no cumpla los criterios mínimos para el diagnóstico. El proceso de adaptación y el esfuerzo para mejorar las capacidades son muy importantes pero suelen quedar algunas dificultades más o menos significativas según el caso. Los objetivos más importantes a corto, medio y largo plazo son: que vaya superándose, lograr la mejor adaptación posible, conseguir un nivel de capacidad/estudios que le permita desempeñar un trabajo en el futuro, establecer una red social y como consecuencia de todo lo anterior, tener una vida lo más plena y satisfactoria posible.